Satisfaction.
Nobody's Perfect
martes, 15 de julio de 2008
jueves, 3 de julio de 2008
¿A que huele el recuerdo?
-¿Te gustan las flores?–Me preguntó inclinando su cabeza ligeramente hacia abajo debido a la diferencia de estatura.
-Me encantan-.Pausé un segundo mi voz-.Aunque nunca haya disfrutado de sus olores.
Vi como cambiaba su expresión al escuchar aquello, quizá no me había entendido.
-No huelo-.Le aclaré-.Nunca he olido, no sé que se siente al hacerlo.
-Eso no importa-.Me dijo con su cálida mirada-.El olor es un factor de la belleza de las flores, pero sin él no se pierde todo su esplendor-.Le agradecí por dentro aquello, sentí por una vez que no perdía tanto al no tener aquel sentido.
(...)
-¿Cuál es tu flor favorita?
-La rosa-.Sonreí-.Se que es muy corriente pero me encantan sus pétalos y el tacto tan sedoso que tienen.
-Ahora me toca adivinar el color de la rosa.
Se mordió el labio inferior mientras simulaba que pensaba de una manera exagerada.
-Las rosas rojas.
-¿Me has leído la mente?–Le pregunté.
-Podría decirte que sí… Pero son las más corrientes para una persona con unas reglas tan anticuadas metidas en la cabeza-.Se rió entre dientes y antes de que volviese a protestar dijo-: ¡Es broma!-.Me arrancó una delicada sonrisa. Añoraba estar así con él. Ahora por fin lo volvía a tener a mi lado-.Ahora cierra los ojos.
Le obedecí.
-No los abras…
Me tapé los ojos con la palma de mi mano para que se fiase más de mí. Oí un sonido metálico cerca que me sobresaltó pero mantuve la posición para no aguarle la fiesta a Adrián.
-Puedes abrirlos-.Sentí su voz muy cerca, casi era un susurro.
Los fui abriendo lentamente, para no estropear aquel momento. Me invadía la curiosidad. Entre las manos de Adrián se hallaba una rosa roja. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, nunca nadie me había regalado una y siempre había soñado con recibir alguna. Era perfecta, no tenía ningún defecto. Sin poder aguantar mis ganas locas de abrazarme a Adrián me abalancé hacia él y me apoyé en su pecho. Con sus brazos cubrió mi espalda.
-Gracias-.Musité
-Cuando te acerques a ella en vez de su olor percibirás el recuerdo de este día.
-Ahora me toca adivinar el color de la rosa.
Se mordió el labio inferior mientras simulaba que pensaba de una manera exagerada.
-Las rosas rojas.
-¿Me has leído la mente?–Le pregunté.
-Podría decirte que sí… Pero son las más corrientes para una persona con unas reglas tan anticuadas metidas en la cabeza-.Se rió entre dientes y antes de que volviese a protestar dijo-: ¡Es broma!-.Me arrancó una delicada sonrisa. Añoraba estar así con él. Ahora por fin lo volvía a tener a mi lado-.Ahora cierra los ojos.
Le obedecí.
-No los abras…
Me tapé los ojos con la palma de mi mano para que se fiase más de mí. Oí un sonido metálico cerca que me sobresaltó pero mantuve la posición para no aguarle la fiesta a Adrián.
-Puedes abrirlos-.Sentí su voz muy cerca, casi era un susurro.
Los fui abriendo lentamente, para no estropear aquel momento. Me invadía la curiosidad. Entre las manos de Adrián se hallaba una rosa roja. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, nunca nadie me había regalado una y siempre había soñado con recibir alguna. Era perfecta, no tenía ningún defecto. Sin poder aguantar mis ganas locas de abrazarme a Adrián me abalancé hacia él y me apoyé en su pecho. Con sus brazos cubrió mi espalda.
-Gracias-.Musité
-Cuando te acerques a ella en vez de su olor percibirás el recuerdo de este día.
Demihistoria./
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